¿Cómo Desarrollar Una Disciplina Espiritual?

Written on 11/02/2018
Principe de Paz


“Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina…” (1 Timoteo 4:16)

Sólo hablar de la disciplina espiritual no te va a llevar muy lejos, y mucho menos el hablar de cuánto la necesitan los demás. Describiendo a unos amigos que conocía de toda la vida, Scott Turow escribió: “Hace muchos años conocí su secreto más sucio y desagradable: que su pasión por cambiar el mundo venía de la incapacidad de cambiarse a sí mismos”. ¡Hola! ¿Hablas mucho de cosas que no has experimentado personalmente, usándolo como una cortina de humo para tapar tu propia superficialidad? Entiende esto: desarrollar una disciplina espiritual es algo que requiere muchísimo esfuerzo y se hace casi siempre en secreto, es humillante, y no siempre divertido. Examinémoslo por partes: ¿Requiere muchísimo esfuerzo? Absolutamente. Significa ser más duro con uno mismo de lo que uno quisiera. Exige comprobar con regularidad tu forma de expresarte, tus relaciones y elecciones vitales, y corregirlas cuando sea necesario. ¿Hacerlo en secreto? Sí; cuando te estás esforzando para desarrollar una disciplina espiritual, es sabio no hablar mucho de lo que estás haciendo. Hablar es fácil; simplemente, ¡hazlo! ¿Es humillante? ¡Sin ninguna duda! Algunos días es como dar un paso hacia delante y dos hacia atrás… La disciplina espiritual requiere “seguir la trayectoria” mientras otros se apartan sin querer reconocerlo, o poniendo excusas. ¿No es siempre divertido? Desarrollar una vida de disciplina espiritual es una experiencia que te da satisfacción, pero no siempre es divertido. Pon atención a lo que escribió Pablo: “…yo de esta manera corro, no como a la ventura; de esta manera peleo, no como quien golpea el aire; sino que golpeo mi cuerpo y lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado” (1 Corintios 9:26-27).